Temática libre
El polvero de aquella calle destapada asciende directo a mi
nariz. La ya conocida relación entre tierra y humedad se mezcla con aquel olor
inconfundible de las tonalidades marrones y rojas que emanan de mí.
Las marcas de un frenesí social, labrado por aquel calzado
de una motocicleta sedienta de poder sirve de canal para aquella emanación
provocada por el odio irracional de aquellos que debemos entender como prójimos.
Viaja sin vacilar a través de este. Se interrumpe, dado lo
escabroso del terreno, pero continúa como la marcha implacable del tiempo. Al
final se decanta en aquella coladera artesanal donde mi niñez vio frustrado mi
sueño mundialista de la mano de Garrincha y Pelé debido al grito de mamá “pa’
almorzar”.
Una ráfaga de recuerdos y reflexiones brotan de mi ser y
dejan una mancha indeleble en el puerto que juré defender.
A lo lejos, la bruma grisácea avizora la tormenta próxima a
llegar. Entran gritos, llanto y dolor a esta escalofriante escena. Toman
asiento, miran al cielo y emiten los decibeles necesarios para invocar aquella
torrencial lluvia.
Entre tanto, trasciendo a otro plano. Mi alma asciende como
el polvo de la calle al impacto de las gotas. Con ello, mi sentencia se ha
conjurado dejando atrás aquel majestuoso puerto que acoge a una de las
comunidades más resilientes de este feudo colombiano.
Homenaje póstumo a Temístocles Machado Líder Social de
Buenaventura, Valle del Cauca.
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