miércoles, 21 de marzo de 2018

Un Día para María

Por Juan Daniel Aguilar 
Temática libre


Es una mañana oscura, nadie ha despertado aun, María no se quiere levantar, pues está cansada de trabajar. En el frio amanecer, María prepara su café, se sienta a esperar que el agua hierba. Todo es aburrido, solo se escuchan los ronquidos de sus hijos, monotonía carcome los cerebros.

María observa a su familia, son los que le dan ánimo, pero al igual que ella, también son comunes, son muy aburridos. En su familia no pasa nada interesante, todos hacen lo mismo cada día. Despiertan, no está María, se bañan, no está María, desayunan, no está María… Su esposo va al trabajo, sus hijos a la escuela, pero en María nadie piensa.

Llega María, a su casa solitaria, a contemplar su vida, en la sociedad de la democracia. Ya no hay nadie, ni siquiera los suspiros, pues se han ido su esposo y sus hijos. María cocina, luego medita, recordando los viejos días de amor. María anhela un viaje a París, siguiendo la sombra del discurso de un lego porvenir.

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