martes, 20 de marzo de 2018

Soy Feliz

Por Jose Armando Olmedo Avila
Temática libre


¡Soy feliz! Lo tengo todo; tengo todo lo que un niño quiere. Tengo un muñeco gigante de ojos saltones, de pelo chamuscado, en la pata tiene un roto por donde sale lana blanca bien acolchada. Son casi 1.5mts para mi solito. No me importa que le haga falta un ojo. Mi papá le adoptó un parche gris que lo hacer parecer un pirata. En la espalda tiene un recocido negro, dice mi viejo que es la más grande cicatriz que le han dejado sus aventuras por diferentes planetas. A según, él puede correr como un puma y volar como un águila; tiene una visión capaz de ver hormigas a más de un kilómetro. Ha peleado con extraterrestres y el fondo del mar con los grandes monstruos marinos.

Yo lo veo todos los días y no lo creo, mi papá me dice mentiras. Es increíble que un muñeco que siempre esta inmóvil sea capaz de hacer todo eso, además es algo viejo ¿con que habilidad lo hace? Lo cierto es que son fuertes los motivos para creer. Todos los días siempre que despierto tiene con él algo nuevo y comprueba lo que dice mi padre. En su cuerpo es común encontrar dientes de cocodrilos aun con carne, guantes de box sudados como si los acabara de usar, restos de balas y hasta un color rojo que parece sangre seca. Para un mes de febrero al parecer estuvo de fiestas, amaneció con un collar de flores como los de que usan en Hawái, pero tenían un color negro y mal oliente.

De solo imaginarme todo esto quiero acompañarlo a conocer el universo, pero con mi papá debemos salir en el carruaje café muy temprano, a las 4:30 A.M. A esa hora estamos en pie, prestos a recorrer las calles de la ciudad en búsqueda de los más grandes tesoros escondidos en los postes o en los conjuntos residenciales que nos permiten revisar las canecas de las cosas que no quieren los ciudadanos de bien -aun no logro entender porque son ciudadanos de bien, pero asi los llama mi papá-. Por esta razón siempre me vence el sueño, no soy capaz de pasar despierto más de las 8:00 P.M. abro los ojos a mitad de la noche, pero donde dormimos no hay energía de noche y no puedo verificar sé si está, solo lo encuentro al despertar con un nuevo elemento, que me permite seguir expectante hasta el próximo día.

4 comentarios:

  1. «Yo corroboro todo lo que el papá del cuento le dice al hijo» Importante narración, me gusta el viaje imaginativo que se desarrolla, felicitaciones, Júnior.

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  2. El argumento me parece muy bueno. Sería una idea genial para desarrollar una novela. Pero a la redacción le falta, algunas comas, algunas redundacias, una mayúscula. Y si, eso es tan importante como que la historia sea buena.

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  3. Muchas gracias por su apreciación. El cuento ya no es una pequeña historia, se creció y tiene una trama interesante, no sé si para convertirse en novela, pero si está tomando mucha forma y corrigiendo errores propios del ejercicio de la escritura.

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